Sonidos.

Sonidos.

Me agrada oír, sentir, sonidos sutiles i también graves, de esos que te destrozan por dentro, que golpean el pecho haciéndolo vibrar como un corazón. De esos que llegan al estómago i que hacen volar el alma. Los que completan la situación i las palabras mismas, el silencio mismo, lo rellena, como un verdadero todo. Hacen que mi cabeza se libere como quien se tira desde un edificio de cien metros i no sabe a donde va a llegar pero que disfruta eternamente el proceso de vacío hasta llegar al supuesto suelo… comenzar otra vez, rellenar otra vez… ciclo mismo. También disfruto aquellos que hacen que mi piel, mi cuerpo se sienta mas liviano que de costumbre, los que hacen que mi boca sonría al cerrar los ojos i los que me llevan automáticamente a buscar la piel mas cercana de otro humano para acariciar su mano consiguiendo así mismo que mi rostro se apegue al de otro… Buscando formas para no-definir sino para disfrutar como lo que oigo al pisar una hoja de otoño, como cruje o el sonido de la lluvia que caen en sus mismas posas, o cuando cae el agua del herbidor en la taza del café o el sonido maravilloso al darle cuerda a algo, ese sonido me mata, me lleva a los principios de mi infancia, de mi propia conciencia de las cosas; o cuando suena a lo lejos un piano i hago que todos se callen para oírlo plenamente, en ese instante me imagino las manos que suavemente se deslizan por las teclas i producen el sonido que tanto amo; o de un violín, con ese sonido que agudiza inmediatamente mi fragilidad, yo creo que es por eso que oigo a menudo a Chopin o a Dibussy. También disfruto el tono de voz cuando las personas dicen -hola- es la palabra mas completa que a penas pueden decir i la que mas quiero de ellas. Además hay sonidos, si, sonidos, ni siquiera canciones completas, que me recuerdan algo, personas o instancias o sus tonos de voz al saludarme, no sé. Es que son detalles simples i lo mejor de todo es que con esos sonidos mismos juego con mi propio estado anímico, toco puntos casi cruciales de relajo a veces i otros llenos de éxtasis. Sé que algunos me entienden.